Título: Hyde.
Autor: David Lozano.
Editorial: Alfaguara.
ISBN: 9788420417042
Número de páginas: 342.
Precio: 14'50€
Un grupo de estudiantes ha sido seleccionado para formar parte de un experimento: el proyecto Hyde. Deberán convivir en un gran caserón apartado del mundo durante una semana sometidos a una terapia subliminal aparentemente inofensiva. Pero cuando se produce el primer asesinato, todo se dispara bajo un ritmo frenético de persecución y sospecha.
Ya no hay nadie en quien confiar. Cualquiera dentro de los muros de la casa puede ser el asesino, camuflado dentro del grupo, dentro del anonimato. Cualquiera... incluso uno mismo.
Algo hace especiales a estos chicos: algo que desconocen pero que vincula sus vidas, algo que tendrán que descubrir a tiempo si quieren salvarse.
Es lo primero que leo de David Lozano, y cuando leí el argumento de este libro me quedé muy intrigado, pero ya en otras ocasiones hubo libros de esta temática que me llamaron cuando leí la sinopsis pero que luego no me gustaron, por lo que era un poco reacio a comprarlo y leerlo. Aún así, decidí darle una oportunidad a Hyde.
Al empezar a leerlo y, tras dos o tres capítulos, me empezó a molestar un poco que acabara los capítulos de forma tan interesante y luego empezara el siguiente capítulo con otra historia aparentemente paralela. Por lo demás, capítulo tras capítulo, la historia de Hugo, nuestro asiduo protagonista (y digo asiduo porque a lo largo de la historia también nos metemos también en la piel de gran parte de los compañeros de proyecto) y el proyecto Hyde me mantenía en vilo de una manera increíble.En mi opinión, un punto negativo de la novela es que los personajes no pasan esa fina barrera entre el libro y el lector. Es decir, no he llegado a empatizar con ningún personaje ni nada por el estilo. Aunque gracias a la narración de David Lozano sí he conseguido vivir con ellos el misterio, el terror y la desconfianza propios de la historia. El reparto de personajes en la casa es muy variado, nos encontramos con Diana (a la que Hugo define como una "pija sin sentimientos"), a Jacobo (el repetidor de clase), a Álvaro (adicto a los videojuegos violentos y un chico independiente), a Christian (que sólo piensa en sexo), a Héctor (un chico extremadamente tímido), Esther (que siempre va pintada con toneladas de maquillaje) y a Andrea (la hippy fumeta), además de Hugo (el deportista del grupo)
En lo referido a la historia aparentemente paralela que he comentado antes, trata el tema de la resolución de un asesinato producido en la ciudad. En la que el mayor protagonista es el inspector Esteban Lázaro, que intenta resolver el crimen.
Cabe destacar el toque macabro que le da el autor a las muertes que se van produciendo en la casa, demostrando que no tiene ningún problema en describir al detalle la escena del asesinato y el estado de la víctima muerta. Además, cuenta también con una buena ambientación y una descripción del caserón que consigue poner los pelos de punta.
En definitiva, nos encontramos ante una novela capaz de enganchar al lector, con una buena ambientación pero con unos personajes con los que cuesta empatizar. Se lee bastante deprisa y cuenta con un desenlace interesante y aceptable. |
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